Tratamientos farmacológicos
La enfermedad de Alzheimer no tiene curación en estos momentos, lo que no quiere decir que no tenga tratamiento específico para mejorar algunas de sus alteraciones. Actualmente hay dos tipos de tratamientos farmacológico: los síntomas cognitivos y los síntomas psicoconductuales.

Terapias no farmacológicas
Estas terapias incluyen un amplio número de técnicas cognitivas, conductuales, afectivas y psicomotoras que pretenden prevenir y tratar tanto los síntomas cognitivos como los conductuales y afectivos de las personas con Alzheimer. Deben realizarse por personal especializado.
La rehabilitación mental es posible, efectiva y necesaria, al igual que las rehabilitaciones tras una lesión física. Las principales técnicas de rehabilitación cognitiva son:
- Estimulación y actividad cognitiva.
- Terapia de orientación a la realidad.
- Terapia de Reminiscencia.
- Psicomotricidad.
- Juegos de mesa.
- Mantenimiento Actividades de la Vida Diaria (AVD).
- Nuevas tecnologías.
La estimulación cognitiva es una intervención con finalidad rehabilitadora, basada en un estudio detallado de las capacidades mentales para poder establecer la estrategia más apropiada a cada caso.
Las personas con demencia mantienen cierta plasticidad cognitiva, o de aprendizaje, que puede ser estimulada o activada por medio del entrenamiento, con el fin de optimizar su adaptación al medio. Esta intervención va dirigida a pacientes que se encuentran en un estadio leve, moderado y que aún poseen ciertas habilidades cognitivas, que se pueden estimular a través de ella, consiguiendo mejorías funcionales y sociales.
Según la fase en la que se encuentre la persona con Alzheimer se podrán realizar un tipo de estimulación cognitiva u otra, siempre haciendo hincapié en las terapias que más pueda aprovechar el usuario.

Principales áreas de la estimulación cognitiva
