El cuidador principal puede olvidarse de sus propias necesidades y dejar su vida en segundo plano debido a la constantes necesidades del enfermo de Alzheimer. No obstante el cuidador debe entender que debe cuidarse también para así poder cuidar mejor, al disponer de mayores recursos físicos y psicológicos para seguir cuidando.
Los cuidadores que mejor se sienten son los que intentan llevar unos hábitos de vida saludables, cuidar el cuerpo, las emociones, no dejar de lado nuestras relaciones personales…